Cine: Las cuatro plumas

Autor: Juan Adrada

publicado el 18-07-2015

Título original

The Four Feathers

Año

2002

Duración

125 min.

Director

Shekhar Kapur

Guión

Michael Schiffer & Hossein Amini (Novela: A.E.W. Mason)

Música

James Horner

Fotografía

Robert Richardson

Reparto

Heath Ledger, Kate Hudson, Wes Bentley, Djimon Hounsou, Michael Sheen, Alek Wek, Kris Marshall

Productora

Paramount / Miramax

Nueva Acrópolis - Las cuatro plumasSi eliminamos el tiempo y el lugar de la trama de esta película, tendríamos una historia similar de la mitología de las culturas antiguas. Pero el Héroe de la película es más humano y por lo tanto nos resulta más fácil identificarnos con él.

Al principio, el Héroe se presenta digno y capaz, (estudiante sobresaliente de una academia militar), feliz (está dedicado a la mujer de sus sueños) y sociable (tiene cinco amigos leales). Es un hombre joven con gran futuro, ya que se siente aceptado por la sociedad. Nada parece nublar su cielo despejado. Pero…

En un determinado momento sucede algo en su vida que considera superior a sus fuerzas. ¡Le piden ir a la guerra y él se niega! Se enfrenta a una encrucijada importante en su vida y no toma el camino que todos le indican. Se niega tomar el sendero que siguen todos sus amigos.

Le castigan por su rebelión. El entorno le desprecia. Su padre no quiere volver a verlo. Sus amigos se sienten traicionados por él, le llaman cobarde y le envían cuatro plumas (símbolo de su cobardía), una de las cuales ha sido enviada por su propia novia. Así, está solo. Ha negado todas sus certezas y se queda desnudo.

Las certezas son muy importantes para una persona común. Siempre se identifica con lo que piensa y lo que siente aunque detrás de estas certezas se suelen ocultar sus propias deficiencias. Por lo general el hombre es el espejo de su entorno, porque al igual que un espejo no necesita desarrollar algo de sí mismo y sufrir por eso. Como un espejo, siempre está cubierto por la mediocridad. Como dice el poeta: la Libertad necesita intrepidez y virtud. El elemento irónico de la película es que el protagonista encuentra valor para negarse a hacer lo que esperaba todo el mundo, sin embargo considera a si mismo un cobarde, ¡porque tiene miedo de ir a la guerra!…algo que comienza a comprobar y esta es precisamente su motivación para conocerse a sí mismo y su fuerza, que lo hará aún más fuerte.

Por lo general, en una etapa de crisis interna nace el guerrero interior. Como dice el Buda “el dolor es vehículo de conciencia”. Una crisis interna puede llevar a la destrucción o al nacimiento de un elemento nuevo dentro de nosotros. Pero es suficiente tener la voluntad para actuar.

El elemento de acción es muy importante. Y el héroe de la película podría sobrevivir sólo con el estigma de cobardía. Pero no se queda en esto, quiere hacer cosas, quiere actuar, quiere revelar la verdad de sí mismo.

Esto se realiza si hay aventura y riesgo. El héroe de la película se entrega a la búsqueda de la verdad y comienza su propio camino, su aventura personal. Va a la guerra. De hecho, va a la guerra solo, sin la protección de los demás, o la que puede ofrecerle el ejército, sin armas en la mano, sin la ideología dominante de la sociedad (al servicio de la reina). Está destinado a tropezarse con alguien que va a ser su compañero en esta marcha. Alguien que le comprende desde el primer momento, que sabe que el no es un cobarde y finalmente se muestra más que un amigo, le salva la vida y le ayuda en su desarrollo.

El camino que toma está lleno de pruebas y muchas veces cerca de la muerte, pero en el último momento logra salvarse, porque su voluntad de vivir es muy fuerte.

La primera vez se salva, porque en un momento difícil fue capaz de mostrar compasión, respeto y cortesía para con una esclava. Un hombre tiene estos sentimientos (en condiciones opresivas y difíciles), cuando ha despertado en si mismo el Amor verdadero. El amor no necesita a una persona para ser alimentado, sino que es un motor interior para que alguien ayude a sus prójimos. El amor contiene en sí los elementos del sacrificio y la redención.

Esto es lo que impulsa al héroe y no su cobardía. Esta fue sólo una excusa. El miedo existe en cada ser humano y no puede erradicarse nunca. Se disfraza con muchas máscaras diferentes y sólo él que tiene valentía en el alma pueda percibir y enfrentarse a él. La principal arma para enfrentarlo es el Amor. Lo mismo sucede en la película, lo que le hará sufrir todas las pruebas y finalmente salir victorioso es el amor por los demás. El pone en peligro su vida aunque no está obligado a hacerlo.

En principio trata de salvar a sus amigos y al ejército Inglés de una trampa que les ha tendido el enemigo. Falla, debido a la arrogancia de aquel amigo que le envió la primera pluma. Pero su sacrificio no es en vano. Ahora es fuerte y siente que puede dominar su miedo. Ahora sabe que algo nuevo ha nacido dentro de él.

A continuación, aparece la prueba final que es la más difícil. Es una prueba, que según Campbell, el autor del libro “La psicología del héroe”, está en todas las mitologías. Es el descenso al Hades. Al igual que Orfeo desciende por amor a Eurídice, Hércules para sacar Alcestis, la esposa amada de su amigo, y tantos otros héroes, Hades, en la clave psicológica de interpretación, es el espacio del inconsciente. Ningún mortal va allí por su propia voluntad. ¿Cómo lidiar con un monstruo de egoísmo que está escondido allí, en su propio interior? Pocos son los que pueden llegar a ser “San Jorge” y matar al dragón, es decir su sombra.

En la película, el héroe entra voluntariamente en una cárcel-infierno, por amor, para salvar a su último amigo. Allí, en el “infierno”, va a perder su personalidad consistente. En el momento que pierde el último vestigio de egoísmo y arrogancia, en el momento que pierde toda esperanza, llegar una ayuda externa. Una vez más tendrá que luchar hasta el último minuto para demostrar que ama la vida. Su miedo ya no existe, tal vez porque sabe ahora que no tiene nada que temer, ya que no tiene nada que perder, ya que todo en realidad le pertenece, nadie se lo puede quitar, ni siquiera la muerte.

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Un comentario

  1. erwin dice:

    Una reseña acertada, junto a un análisis poético, aunque creo que falto destacar al amigo que lo salva cuando es abandonado en el desierto: le entrega una amistad más sincera y fraterna.

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