Cine: Un mundo feliz

Autor: Juan Adrada

publicado el 10-09-2015

Título original: Brave New World
Género: Ciencia ficción
Dirección: Leslie Libman, Larry Williams
Guión: Dan Mazur, David Tausik (Libro: Aldous Huxley)
Reparto: Peter Gallagher, Leonard Nimoy, Tim Guinee, Rya Kihlstedt
Productora: Universal TV
Productor: Michael R. Joyce
Música: Daniel Licht
Fotografía: Ronald Víctor García
Montaje: Cindy Mollo
Nacionalidad: USA
Año: 1998
Duración: 1h y 29 min

Nueva Acrópolis - Un mundo felizEstamos en un futuro no muy lejano. Una tercera guerra mundial ha dejado atrás un gran desastre. Sin embargo, la gente finalmente logró sobrevivir y trató de aprender a regenerarse, a través de una ciencia nueva, que ahora está controlada por un gobierno mundial.

La institución de la familia ya no existe. Todos va con todos. Se burlan del amor, que se considera una costumbre obsoleta y egoísta. Los niños nacen en los hospitales- fábricas por el sistema del laboratorio.

Los ciudadanos se dividen en cuatro grupos A, B, C, D. Los A son los más desarrollados intelectualmente, los maestros y los gobernadores del estado. Los B son los inteligentes y se dedican a la tecnología. Los C trabajan en fábricas y los D son servidores. El sistema parece que funciona sin problemas y se basa en tratar de estar todos satisfechos con su posición.

El sistema se basa en un tipo de pastilla que recibe cada ciudadano para evitar los pensamientos desagradables y las tendencias de búsqueda interior y de la melancolía, ya que estos son los sentimientos  que producen dolor.

La gente ya no lee, todas las historias que expresan los libros se consideran anticuadas y la gente no puede identificarse con los héroes. Lo que predomina es una cultura de la imagen, en sentido el más completo de la palabra, porque la educación de los ciudadanos se realiza a lo largo de toda la vida, a través de la proyección de imágenes y anuncios publicitarios.

Esta proyección continua se emite por todas partes. En la calle, en casa, en el trabajo se proyectan continuamente anuncios publicitarios que forman la moral de la sociedad, tales como “todos pertenecen a todos”, “la liberación sexual es un deber cívico”, “la tristeza  es una ilusión, la felicidad es verdadera”, “aumentad el consumo, dejad el desagrado”,” trabaja, consume, disfruta”.

Parece que nada puede perturbar la estructura de este sistema. Hasta que un día una pareja de individuos del grupo A, durante un viaje en helicóptero cae en el área donde viven los “salvajes”. Estos son los oponentes del sistema. Consideran que la libertad es muy valiosa para perderla y no quieren incorporarse en el sistema global. Por esta razón, el gobierno del mundo los obliga a vivir en una especie de exilio sin acceso a ningún medio tecnológico que pudiera facilitar su supervivencia.

La pareja conoce un salvaje, que les salva la vida, es cortés, y recita a Shakespeare. Encantados por la bondad de su carácter (algo que no se esperan de un salvaje) se lo llevan con ellos para “explorarle”.

Al principio, el “salvaje” se entusiasma con la idea, lo cual  es normal para un hombre empobrecido entrar en contacto con los productos de una cultura materialista. Pero poco a poco comienza a descubrir un vacío detrás de todo esto. Empieza a entender que el nivel de las personas es poco profundo y superficial y la felicidad se basa en un factor externo, que es la droga específica. Entonces reacciona y  se pone por objeto  “despertar” a la gente dormida. Por supuesto, la gente no le entiende. Al principio su diversidad atrae un poco el interés de los demás, pero después comienzan a burlarse y a ironizar. Sólo algunas conciencias ya despiertas comenzarán a dudar ….

No puede haber felicidad sin Voluntad Libre. Pero en la libertad de la Voluntad coexiste  la posibilidad de elección entre el bien y el mal. El ser humano consigue a través del dolor la capacidad de discernimiento y poder elegir el bien. Esa posibilidad no existe en este estado. Los hombres que  evitan el dolor a cualquier precio,  también evitan llegar a la verdad. Hay un diálogo típico en la película, mientras que el “salvaje” visita una fábrica de necios. Parece estar sorprendido por lo que ve y su acompañante le dice:

-De esta manera evitamos el dolor.
-Pero el dolor está en la vida, así evita usted mismo.
-El cuerpo con el dolor simplemente dice que algo anda mal.
-No siempre, a veces nos enseña. ”

En otro diálogo hay una conversación similar:
– ¿Por qué  la gente no lee?
-Todos tienen  derecho, pero no quieren, porque no les dice nada. El gran arte provoca pasiones, conflictos, contradicciones. Ya no tenemos esa manera de identificarse.
-Sí, pero ¿a qué costo?
-Con el costo de la religión, del arte, del amor y de la ciencia. Aparentemente, por supuesto, parece que tenemos ciencia, pero solo es tecnología que sirve a la clase, no es ciencia.
-Es decir, sacrificasteis la verdad!
-Hablábamos de la verdad y la belleza antes de la guerra y otros construyeron nuevas armas de destrucción!
Vemos que todo el sistema no se basa en un conocimiento conquistado y confirmado por la felicidad del hombre, por lo que es justo y verdadero, sino que es simplemente la reacción que procede  de una situación anterior. El objetivo es evitar el dolor a cualquier precio.

Podemos decir que se parece al ideal del hombre moderno. Tiende a ser un hombre dirigido por la imagen. La televisión le crea las condiciones de vida, y también le gusta ver la vida y no vivir la vida. Aprendió a trabajar para consumir y relaciona esta situación con el sentido de la vida feliz. Prefiere analizar y expresar sus sentimientos más inferiores sin entrar en el proceso de descubrir los superiores. Prefiere adoptar un punto de vista ofrecido por los diversos medios de comunicación, sin tratar de investigar a tener su propia opinión. Además la investigación requiere de un esfuerzo, a veces uno tiene que enfrentarse a sí mismo y esto es una tarea penosa.

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