Cine: El show de Truman

Autor: Juan Adrada

publicado el 21-12-2014

Nueva Acrópolis - El show de TrumanDirector: Peter Weir
Guionista: Andrew Niccol
Compañías – Productores: Paramount Pictures. Scott Rudin Productions
Reparto: Jim Carrey, Laura Linney, Noah Emmerich, Natascha McElhone, Holland Taylor, Brian Delate, Blair Slater, Peter Krause, Heidi Schanz, Ron Taylor, Don Taylor, Ted Raymond, Judy Clayton, Fritz Dominique, Angel Schmiedt

The Truman Show, conocida como “El show de Truman (una vida en directo)” en España y “La historia de una vida” en Hispanoamérica, es una película estadounidense dirigida por Peter Weir y protagonizada por Jim Carrey y Ed Harris. Estrenada en 1998, la película obtuvo tres nominaciones a los Oscar: al mejor director, al mejor actor de reparto (Ed Harris), y al mejor guión original.

Se trata de una película profundamente social. Muchos críticos han afirmado que marcó un hito, cuando apareció por primera vez en los cines. Ha atraído muchos seguidores y muchos enemigos también. Hubo gente que la adoró y gente que la odió, pero provocó el interés de todos.

Si “Frankestein” de Mary Shelley expresaba las inquietudes en relación a la nueva época que empezaba, durante la cual el hombre iba a utilizar por primera vez la tecnología, en “Truman Show” encontramos la segunda parte de estas inquietudes. El hombre se convierte en Dios (a través de la televisión) y logra a controlar la vida de otra persona, la dirige, la limita, y decide sobre esta vida, de acuerdo con un público voraz.

Lo peor es que el Dios-director no puede darse cuenta del mal que hace y sigue creyendo (como vemos en su monólogo al final de la película) que todo lo que hizo fue para el bien del protagonista. O sea justifica ideológicamente su tendencia al prestigio y al dinero, y se esconde de si mismo.

El protagonista, Truman Burbank (Jim Carrey), ha estado frente a las cámaras aún antes de nacer, aunque no es consciente de este hecho. La vida de Truman es filmada a través de miles de cámaras ocultas, las 24 horas del día y es transmitida en vivo a todo el mundo, permitiendo al productor ejecutivo Christof captar la emoción real de Truman y el comportamiento humano cuando se pone en determinadas situaciones. La ciudad natal de Truman, Seahaven, es un decorado construido bajo una cúpula gigante y poblado por actores de la serie y del equipo, lo que permite a Christof controlar cada aspecto de la vida de Truman, incluso el clima. El protagonista está encerrado en un mundo que no existe, en una caverna como dice Platón en su mito más conocido.

Platón describe una caverna en la cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento, retenidos en sus lugares por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas, de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna, sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo; seguidamente, y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver. Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Los amos de la caverna, como el director de Truman, enriquecen estas sombras para que los encadenados tengan muchas cosas que ver y ocuparse y no puedan ver sus propias cadenas y romperlas.

Lo mismo ocurre en la película. Truman vive una falsa realidad, donde todo está en orden, arreglado, no hay miedo ni estrés, pero todo es mentira. Llega un momento en que empieza a sospechar lo que pasa. Aquí también el amor tiene un papel importante, como en la mayoría de los mitos, es el inicio de la búsqueda. Poco a poco la duda nace dentro del protagonista y empieza a interrogarse por qué pasa lo que pasa. En Oriente se cree que ese momento es el momento del nacimiento del discípulo de la vida -el filosofo-, cuando el hombre empieza entender el por qué y el cómo de las cosas.

Romper las cadenas y salir fuera, hacia la luz, hacia el mundo verdadero, necesita Voluntad, una de las virtudes más espirituales. Dejar la seguridad de la casa y de sus alrededores (sea en el nivel físico o en el nivel psíquico) es un logro difícil. De esta manera, el discípulo crece, supera sus miedos, y el amor a la Libertad, al conocimiento, es una pasión que le convierte en un héroe (como lo describe G. Bruno en su libro “De los heroicos Furores” o como nos mostró Homero con Ulises, que está superando pruebas durante 10 años por amor a su país y Penélope. En todos los casos, esta es la característica del Héroe: tener Valor, Paciencia, Perseverancia y poder superar las dificultades, ser sincero, superar la hipocresía y a través de su acción poder ayudar a los demás, siendo un ejemplo para todos.

Es muy difícil salir de la caverna. Para Truman también. Es muy difícil salir de los escenarios falsos que son impuestos por el director. El público ríe con el protagonista que se esfuerza en salvarse de una tormenta falsa, creada por el director, para que no logre llegar al muro de papel que le separa del mundo real.

Pero, preguntémonos en este punto: ¿cuantas veces tuvimos miedo al enfrentarnos con algo muy simple, creyendo que era una dificultad enorme? ¿Quién es el que dirige nuestra vida, el que nos impone tantas necesidades (tantas cadenas)? ¿Qué es lo que nos hace correr toda la vida buscando cosas materiales y nunca preguntando qué necesita nuestra alma, cuál es el sentido de la vida, la esencia del ser humano, los secretos del universo?

¿Podremos, alguna vez, llegar a este momento magnifico de la vida de Truman, donde empieza la búsqueda de la salida de la muralla falsa? ¿Podremos dar este paso hacia la libertad interior? Todo depende de nosotros mismos.

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