El hecho de que no recordemos o no conozcamos algo no significa que esto no exista. Y para la historia antigua de la civilización, son seguras muchas de las cosas que no conocemos o que se han olvidado.
Sin embargo, de las cosas que conocemos, y que en los últimos años salen más y más a la luz, podemos concluir que en la remota Antigüedad existió una gran ciencia con conocimientos maravillosos, que consiguieron crear civilizaciones cimeras que han permanecido en la historia.
La enseñanza filosófica de los ciclos históricos nos dice que, cuando las civilizaciones se desgastan, decaen y se precipitan, muchos conocimientos –científicos, tecnológicos y otros– se olvidan, y la gente entra en un Medievo. Cuanto más nos alejamos en el tiempo de una civilización, más difícil se vuelve localizar las pruebas palpables de su ciencia perdida, porque esta fue olvidada desde hace mucho tiempo. Nuestra ignorancia sobre ella no demuestra, sin embargo, que no existiera.
Hoy día, los nuevos descubrimientos e investigaciones arqueológicas nos dan a entender que, aunque no sepamos mucho sobre los logros de las civilizaciones antiguas, lo seguro es que tenían grandes conocimientos científicos. Quizá los codificaron con otro lenguaje simbólico, diferente de los nuestros, y las claves para su desciframiento se perdieron hace mucho. Pero los hallazgos que nos dejaron muestran que tenían grandes conocimientos que hoy día se han olvidado.
Vivimos en una época con fuerte desarrollo tecnológico y nuestros conocimientos científicos han llegado a cotas muy altas. Pero, cuando caiga nuestra civilización, y ya muestra fuertes señales de fatiga y decadencia, seguirá inevitablemente una época de oscurantismo e ignorancia, porque siguiendo la marcha histórica cíclica, la mayoría de los conocimientos científicos, de los que hoy nos enorgullecemos, se olvidarán nuevamente, como sucedió otras veces en las grandes civilizaciones del remoto pasado.
No obstante, siempre existieron pequeños grupos de seres humanos que, conscientes de la crisis, se ocuparon de salvar los conocimientos más importantes y mantenerlos vivos en medio de los años oscuros, bajo la forma de “misterios” y “órdenes secretas”, para legárnoslos en la próxima civilización, en un nuevo “Renacimiento”.
Puesto que, según se dice, la historia se repite, urge un esfuerzo para conservar nuestros conocimientos más importantes, para que no se olviden y puedan iluminar el nuevo ciclo futuro de la humanidad.
Créditos de las imágenes: Jökullinn
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Un saludo fraternal y lleno de afecto. Estamos durante este año trabajando el Renacimiento como trabajo escolástico y nos ha tocado hierbas medicinales y talismanes.
Ojala nos pudiesen orientar en bibliografías y enfoque. Gracias.