La concha, al evocar las aguas de donde proviene, nos trae el recuerdo del principio femenino, de la matriz universal que genera la vida y la fertilidad producida por la primera dualidad masculino-femenina. Su contenido ocasional, la perla, está relacionado con el nacimiento de Afrodita, salida del mar en una concha –como tan bellamente la pinta Botticelli-, lo que también recuerda el sentido erótico de este símbolo.
Para los chinos la concha simboliza suerte y prosperidad; ellos la ven como el principio femenino y lunar por excelencia –yin-, mientras que el principio masculino –yang– sería el jade, dotado de energía cósmica y solar. En China se utilizaba una gran concha para obtener “el Agua de la Luna”, es decir el rocío celeste como elemento yin, mientras que el yang, el fuego, se obtenía del Sol con la ayuda de un espejo metálico.
Los cristianos utilizan conchas para verter las aguas del bautismo y muchas de las pilas bautismales situadas a la entrada de las iglesias tienen forma de concha para simbolizar el renacimiento del alma del neófito.
La concha es también el emblema del Apóstol Santiago y de todos los que hacen el camino, que la llevan adherida a su indumentaria como símbolo de la renovación que supone para ellos la realización de este peregrinaje. Los romanos utilizaban la concha en sus ritos funerarios para simbolizar la resurrección, e igualmente se refería la concha al viaje por el mar y a la pasión sexual si las valvas se encontraban cerradas.
Si nos vamos al continente americano, para los aztecas, Tezcaciztecatl –el de la concha- es el dios de la Luna, y representa la matriz de la mujer. Ellos saben que la Luna está ligada desde el principio a la Tierra en su misma esencia, o sea, posee la misma fuerza ctónica, y, según vemos también en la mitología de los mayas, la concha simboliza ese mundo profundo y subterráneo asimilado al reino de los muertos. Por esta razón, en los países del Cono Sur de América se denomina también “concha” al sexo de la mujer. En México se llama el “Día de las Conchitas” al de la Concepción de María y las iglesias dedicadas a esta festividad llevan una concha esculpida en sus edificios. En un fresco de Pompeya se puede ver a Venus navegando sobre una gran ola que simboliza el esperma de Urano caído en el mar al ser castrado por Cronos y que da lugar al nacimiento de la diosa.
El sonido de la concha-caracola, que se escucha cuando esta se acerca al oído, era considerado en la India como el sonido del AUM, que da lugar a la creación del mundo. Esta caracola con forma de espiral se utilizaba como trompeta ceremonial en China y también en Mesoamérica.
Para los greco-romanos la concha era el emblema de Poseidón-Neptuno, el soberano del mar, y también de Tritón, que la soplaba utilizándola como trompeta.
En resumen, la concha simboliza el poder mágico de la atracción femenina, la fecundación y el nacimiento del amor humano entre parejas.
Créditos de las imágenes: George Girnas
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Es una explicación bastante completa de sus significados y mitologias