Simbolismo de… el águila

Autor: M.A. Carrillo de Albornoz y M.A. Fernández

publicado el 15-09-2014

Nueva Acrópolis - Simbolismo de El águilaEs un símbolo de los más antiguos. Entre los griegos y persas, el águila estaba consagrada al Sol, ya que es símbolo de altura, del espíritu identificado con el astro rey, como representación del principio espiritual. Los griegos la consideraban como el sagrado emblema de Zeus, y los druidas como símbolo del Supremo, que vigila desde las alturas.

Su vida transcurre a pleno sol, por lo que es esencialmente luminosa y partícipe de los elementos Aire y Fuego. El águila se caracteriza, además, por su vuelo intrépido, su rapidez y familiaridad con el trueno y el rayo, atributos de los dioses creadores. Posee, pues, el ritmo de la nobleza hereditaria, del poder y de la guerra. Es en los aires el rey, equivalente al león en la selva terrestre. Pájaro iniciador, puede volar de un mundo a otro regenerando y absorbiendo las almas.

Desde la Prehistoria, es símbolo colectivo de fuerza y potencia. Transmitido a los cristianos en las Cruzadas, pasa a las armas imperiales de reyes y emperadores de Europa. La duplicidad de la cabeza es un reforzamiento de poderes.

En la Biblia se le atribuye a San Juan Evangelista, por la percepción directa de la luz intelectiva e inspiradora.

En India es Garuda, ave gigantesca de naturaleza solar, mencionada en el Ramayana como cabalgadura de Vishnú, la segunda persona de la trinidad compuesta, como es sabido, por Brahma, Vishnú y Shiva.

En Roma interpreta la voluntad divina y duerme sobre el cetro de Júpiter, cuya voluntad transmite a los hombres. En las monedas aparece como símbolo emblemático de las legiones y del poder del Imperio.

En Irán simboliza la victoria entre medos y persas: su vuelo sobre el campo de batalla la presagia, y Ciro el Grande la puso en su estandarte como símbolo de victoria y de triunfo.

En México era una antigua divinidad de la vegetación, relacionada con el jaguar, símbolo de las fuerzas telúricas, de la oscuridad de la materia, mientras que ella lo era del espacio y de la luz, del espíritu celeste. Era la fuerza de los Caballeros Aguila, los guerreros más selectos entre los aztecas, cuyos emperadores se adornaban con sus plumas, con las que también revestían su trono.

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Un comentario

  1. Norman Obando dice:

    Me ha parecido bien; habría que ampliar aún más la información, internándose quizá en lo esotérico y más amplitud en el significado simbólico.
    Gracias.

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