Es probablemente el animal, después del lobo en su aspecto divino-simbólico, que más arraigado está entre los turcos, pues aparte del carácter mágico-simbólico del caballo, dado que los turcos son fundamentalmente nómadas y guerreros, han encontrado en él, más que un vehículo, una parte consustancial e inseparable en su vida.
Sobre su origen y generación existen varias leyendas; para los pueblos altaicos –mongoles y turcos– el caballo tiene origen celeste; los yakut dicen que los caballos de los héroes han llegado del mundo solar; también los chamanes, para sus comunicaciones con el plano astral utilizan un caballo, o más bien su doble, llamado Pura o Argamak. Así, el caballo es una criatura que trae las noticias de los mundos invisibles, que intuye los males que vendrán y que conoce al amigo y al enemigo. Él es el ayudante de los héroes, es el amigo de armas. Si es necesario, habla, da consejos a su dueño. Según una creencia mongol, el caballo lleva al héroe al Infierno y lo devuelve.
Afirman la existencia de unos caballos llamados Apsati, portadores de un dios.
Otra leyenda nos dice que hay caballos alados, que tanto pueden volar como nadar, y se encuentran en el “lago de leche” bajo la montaña Kif. Al respecto, el profeta Hizir, buscando un remedio contra la muerte, vio a estos caballos, y no pudiendo cogerlos, derramó vino en el lago y pudo capturar una pareja, a quienes cortó sus alas y los apareó, generándose así la raza caballar.
Según las creencias islámicas, cuando Alá envió al profeta Adam al mundo sacándolo del Paraíso, lo envió en un caballo alado, y Adam, temiendo que pudiera regresar al Paraíso, le cortó las alas, bajando así la fuerza de sus alas a las patas. Este caballo tenía cuatro ojos cuando salió del Paraíso, pero al romperle sus alas y tener que quedarse en el mundo, lloró tanto que dos de sus ojos quedaron ciegos; estos ojos estaban situados encima de los actuales, y después de secarse dejaron los huecos que se notan.
Hay un mito que narra cómo aparecieron los más maravillosos caballos de raza, de un cruce entre un caballo salido del mar y una yegua que encontró, y cómo sus descendientes cruzaron nadando los mares.
Otro mito nos dice que los caballos se han creado de los dioses y los dragones.
Los caballos de los héroes también han pasado a la fama con sus amos. A algunos de ellos, una vez muertos, se les hacía una tumba. También se les quemaba y las cenizas se enterraban con su dueño.
Créditos de las imágenes: Mahir Uysal
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Muy interesante el articulo .muchas gracias