Anécdotas filosóficas: la paradoja de Protágoras

Autor: Juan Carlos del Río

publicado el 01-07-2018

Las clases de Protágoras eran tan caras que los únicos que podían pagarlas eran los hijos de los ricos, pero en cierta ocasión Protágoras aceptó como alumno a un tal Evatlo, un estudiante pobre, con la condición de que le pagaría la mitad del dinero a la entrada y la otra mitad cuando acabase sus estudios y ganara su primer pleito como jurista. Pero al terminar sus estudios Evatlo no aceptaba ningún trabajo que tuviera que ver con la judicatura.

Nueva Acrópolis - ProtágorasAsí conseguía burlar lo pactado con Protágoras: había recibido sus clases y no se veía en la obligación de pagarlas. Entonces Protágoras demandó a Evatlo, que intentó desarmarlo con la siguiente argumentación:

– Si ganas el pleito, yo seguiré sin haber ganado un caso y, por tanto, basándome en los términos de nuestro acuerdo, no tendré que pagarte; pero si el pleito lo gano yo, entonces, por mandato judicial, tampoco tendré que pagarte.

A lo que Protágoras replicó:

– Nada de eso. Si yo gano el pleito, tendrás que pagarme por mandato judicial; pero si el litigio lo ganas tú, ya habrás ganado tu primer caso y entonces, apelando a los términos de nuestro acuerdo, tendrás igualmente que pagarme.

Créditos de las imágenes: Classical Wisdom

Si alguna de las imágenes usadas en este artículo están en violación de un derecho de autor, por favor póngase en contacto con nosotros.

¿Qué opinas?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *