Simbolismo de… la mano
Autor: M.A. Carrillo de Albornoz
La mano expresa la idea de actividad y creación, al mismo tiempo que la de potencia, dación y dominio. Horapolo decía que los egipcios representaban al hombre al que le gusta construir por una mano, porque esta es la que hace todos los trabajos, y también afirmaba que las manos juntas son el símbolo de la concordia.
Hasta hace muy poco tiempo los contratos se cerraban con un apretón de manos, lo cual certificaba el valor de la palabra dada. Para los antiguos valía más darse la mano ritualmente para cerrar un trato que firmar un documento escrito.
Entre los romanos, la mano significaba la autoridad del padre y la del emperador, y dos manos enlazadas eran el símbolo de la buena fe, de la amistad, la fraternidad y la unión ante el peligro. Para Schneider, las manos son la manifestación corporal del estado interior del ser humano, pues indican con sus gestos la actitud que desea expresar el espíritu.
Las manos son los instrumentos de los que se vale nuestra mente y nuestra alma para poder tomar contacto con las cosas cotidianas, son nuestras herramientas para fabricar desde los objetos más simples hasta las más maravillosas obras de arte. Nuestras manos y nuestros gestos son el medio que utiliza y del que se vale nuestra alma para poder expresarse. Ellas son nuestras más fieles y obedientes servidoras cumpliendo todas las órdenes que les damos y son prácticamente indispensables para todo lo que hacemos a diario.
¿Por qué la Naturaleza nos ha dotado de estas perfectas herramientas, propias solo del hombre, y por qué además son archivos para el despertar de nuestra conciencia a través de nuestro propio conocimiento? Bastaría conocer el significado de los símbolos grabados en ellas para conocernos mejor y aplicar ese conocimiento a nuestra evolución individual. Quizás en otros tiempos, en donde el desarrollo espiritual del hombre era la base de la existencia, el conocimiento de los símbolos de las manos fuese algo que formara parte de la educación y de las enseñanzas en el seno de las familias y, tal vez –ojalá–, en el futuro se retome y vuelva a adquirir la importancia que tuvieron esos conocimientos en el pasado.
En Egipto la mano simbolizaba el poder creador, el principio manifestado, la acción y la donación. En el arte de Amarna representaban a Amón-Ra como un disco solar cuyos rayos, repartidores de bendición, acababan en manos. Y en los monumentos cristianos de los primeros cuatro siglos, representaban a Dios con una mano –la derecha–, saliendo de una nube: esto mostraba que Dios solo se manifiesta por sus obras y la mano era un símbolo de la divinidad, de la omnipotencia divina. “Estar tocado por la mano de Dios” significaba estar bendecido, ser una persona con suerte.
Para los cabalistas, los diez dedos de las manos reflejan los diez sephirots, y la mano izquierda reparte justicia, mientras que la derecha reparte misericordia, ya que es la mano que bendice y el emblema de la autoridad sacerdotal. En la tradición judía la mano representa el símbolo del poder y la supremacía. Dios otorga su gracia a través de su mano, que toca al hombre y lo bendice.
La “Mano de Fátima”, o mano de Jamsa, es un símbolo muy extendido en las culturas orientales y, del mismo modo que otros amuletos y objetos mágicos, es muy utilizada para protegerse de las malas energías y atraer la buena suerte.
Créditos de las imágenes: Cytonn Photography
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