A Antístenes, fundador de la escuela cínica en el siglo V a.C., se le ocurrió un día la idea de pedir en la asamblea que se nombrara por decreto caballos a los asnos. Cuando le preguntaron por qué hacía una propuesta tan absurda, respondió con otra pregunta:
—¿Acaso no nombráis vosotros por votación generales a los más ceporros?
Créditos de las imágenes: Jose Manuel Hernandez Plaza
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