Se dice que Sócrates vio en sueños un pequeño cisne que se posaba sobre sus rodillas, que de pronto echó plumas, luego alas, y que, desplegando luego las alas, se elevó por los aires entre dulcísimos cantos.
Al día siguiente, cuando un amigo le presentó a Platón, Sócrates dijo instantáneamente: “He aquí el cisne”.
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Me pareció interesante la historia de Platón y sócrates
La adversidad de todos los tiempos es sumamente importante.