Cine: Los otros

Las dos primeras realizaciones de Alejandro Amenábar –Tesis y Abre los ojos–, presagiaban, a pesar de sus evidentes vacíos y carencias, la exitosa carrera de un imaginativo director joven que apoyaba en el misterio y la fantasía, un mundo personal lleno de matices y singularidades. El éxito de una primera película es fácilmente predecible. Generalmente es una obra muy personal sobre la que se ha estado trabajando mucho tiempo, a veces desde los años de estudiante, y que se ha repasado una y otra vez hasta el más mínimo detalle. Tal parecía ser el caso de Tesis, una realización casi académica que bebía de las fuentes del suspense hitchconiano. Pero la cosa cambia cuando el novel director tiene que sumergirse de lleno en las exigencias y los ritmos de la industria cinematográfica y aun así, seguir dando el do de pecho.

La construcción extraordinaria del guión de Abre los ojos, una de las historias fantásticas más sólidas del cine español, fue una verdadera prueba de fuego, superada con un éxito sin precedentes. Su fama llegó hasta Hollywood, y el famoso Tom Cruise compró los derechos para producir la versión norteamericana de la película. Con las puertas de la fama abiertas, Amenábar no se cortó lo más mínimo para ofrecer al propio Tom Cruise la producción de su tercera película, Los otros. El guión, del propio Amenábar, le gustó tanto a Cruise, que no solo se ofreció a producirla, sino que además propuso a la que entonces aún era su esposa, Nicole Kidman, para el papel protagonista.

Es evidente que la producción estadounidense de Los otros se deja notar y mucho. Por más talento que se tenga, no hay nada como contar con los medios y las herramientas ideales para plasmar lo que uno lleva dentro, y para eso los norteamericanos se las pintan solos. A Los otros no le ha faltado detalle, y ese ha sido precisamente el punto de apoyo sobre el que Amenábar ha construido la atmósfera sofocante y angustiosa que invade su película desde el primer segundo hasta el final. Con una elegante puesta en escena que cuida hasta el más insignificante detalle, nuestro joven director se lanza a relatarnos una sorprendente historia de casas embrujadas, en la que la omnipresente Nicole Kidman borda el que probablemente es el mejor papel de su vida. Su brillante interpretación es el mejor soporte de la historia y el artífice de gran parte de la fascinación que sentimos.

Los otros es una película verdaderamente extraordinaria, con todos los elementos necesarios para convertirse en un clásico del cine fantástico. Hace muchos años que una película no mantenía la atención del espectador con tanta fuerza como esta. A pesar de estar advertidos, Amenábar consigue dar otra vuelta de tuerca más a los recursos más clásicos del cine de terror, dejándonos solos e indefensos ante nuestro propio miedo, un miedo que ni siquiera creemos estar sintiendo. Lo mostrado se contiene, convirtiéndose en vehículo de lo sugerido, y este se antepone a aquel para dar rienda suelta al escalofrío, que es el verdadero protagonista de esta película singular.

Amenábar ha conseguido dar rienda suelta a su talento y demostrar su capacidad y su buen hacer como director, algo que sólo se había intuido en sus anteriores películas. Y además se atreve a componer la banda sonora, una maravilla musical llena de lirismo clásico. De verdad, no os la perdáis.