Un día, un hombre analfabeto se acercó al Mulá Nasrudín con una carta que había recibido.
– “Mulá Nasrudín, por favor, léeme esta carta”.
El Mulá Nasrudín miró la carta, pero no pudo entender ni una sola palabra. Así que le dijo al hombre:
– “Lo siento, pero no puedo leer esto”.
El hombre gritó: “¡Qué vergüenza, Mulá Nasrudín! Debes estar avergonzado de llevar el turbante que llevas” [el turbante es un signo de educación].
El Mulá Nasrudín se quitó el turbante de la cabeza y lo colocó sobre la cabeza del hombre analfabeto, y dijo:
– “Ahora llevas el turbante. Si te da algún conocimiento, lee la carta tú mismo”.
Créditos de las imágenes: Louis Hansel
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