Es indudable que para poder Vivir un Ideal, se hace necesaria una buena dosis de Fuerza de Voluntad. Estas palabras, no por mucho repetidas, siguen siendo difíciles de comprender. ¿Qué es esa fuerza de voluntad, ese elemento sin el cual ninguna empresa llega a buen puerto?
Fuerza de voluntad es no dejarse arrastrar por los vientos y las corrientes que derivan a nuestro alrededor. Es detenerse un instante, aún en medio de la corriente y saber elegir el camino adecuado. Es saber ser hoja fija en un árbol y no hoja muerta llevada por la tormenta. Es saber ser barca de madera, con remos y timón, y no madero muerto en medio del mar. Es ser como la gota de agua que canaliza su largo instinto, yendo a parar inexorablemente a su mar matriz.
Fuerza de voluntad es vivir en compañía interior de nuestro propio yo, y no ceder rápidamente a los mil y un requerimientos de las circunstancias externas.
La fuerza de voluntad no es aniquiladora de la personalidad, ni endurece falsamente al hombre. Por el contrario, enseña a reír y a llorar cuando se debe reír y cuando se debe llorar, reconociendo a lo que cada instante pertenece y lo que en cada instante corresponde hacerse.
Fuerza de voluntad es la que nos permite amar verdaderamente, no con pasión sino con comprensión.
La fuerza de voluntad es no conformarse nunca con lo conseguido, sino insistir diariamente en alcanzar más altos y mejores objetivos. Pero sin que este inconformismo nos lleve a perder de vista una meta y un Ideal que habrá de ser fijo e inamovible como las estrellas.
Fuerza de voluntad es superar los inconvenientes con inteligencia, extrayendo de ellos la experiencia necesaria para no volver a errar de la misma manera. Es no dejarse desmayar ante las dificultades, pero tampoco vanagloriarse fatuamente ante los éxitos. Ningún éxito mundano es definitivo.
Fuerza de voluntad es buscar las raíces del árbol de la vida, sin contentarse con sus ramas multicolores. Es preferir el alma al cuerpo.
Fuerza de voluntad es la que, en síntesis, nos hace mover en pos de la Belleza y la Justicia, la que nos impele a buscar la Unidad y la que, por todo ello, nos lleva al encuentro de Dios.
Créditos de las imágenes: Seth kane
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Hola,
Profundo el mensaje, pero. Cuáles son los elementos que van desarrollando esa fuerza de voluntad?
La autora enumera los siguientes elementos, que entiendo que ayudan a desarrollar nuestra fuerza de voluntad:
- No dejarse arrastrar por las corrientes a nuestro alrededor
- Vivir en compañía interior de nuestro propio yo
- No conformarse nunca con lo conseguido
- No desmayar ante las dificultades, ni vanagloriarse de los éxitos
Seguro que entre todos podemos aportar algunas ideas más. ¿Alguien se anima?
El artículo me hace relacionar a lo que llamamos perseverancia, que se logra con la fuerza de voluntad.
Sin la fuerza de La voluntad somoz como cometas al viento. Podemos estar motivados pero sin la voluntad no alcanzaremos nuestras metas, es la fuerza para avanzar en nuestro camino y darle sentido a nuestra vida.
La fuerza de voluntad es aquella que nos mueve a dar lo mejor de nosotros, a pesar de las adversidades que se presenten. Nace desde nuestro interior. Es inalterable al dominarla y fijar nuestro objetivo. Perdurable en el tiempo y espacio volviéndose eterna.