El tirano Dionisio gustaba rodearse de filósofos, a los cuales obsequiaba luego con algún regalo que otro.
En cierta ocasión, Arístipo aceptó de él una suma de dinero mientras que Platón se conformó con un libro. Como alguien se lo recriminó, Arístipo se limitó a comentar:
-Yo necesito dinero, Platón necesita libros.
Créditos de las imágenes: Theornamentalist
Los grandes mensajes que nos han dejado los maestros de sabiduría de todas las épocas…
Zilu, discípulo de Confucio, le preguntó en una ocasión: "Cuándo debo poner en práctica las…
El nudo es un símbolo muy complejo que se puede interpretar de muy diversas maneras.…
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
La humanidad puede considerarse una, como especie viviente, y a la vez, diversa en sus…