Una noche en que Sócrates y Jantipa tenían más invitados a cenar que comida para ofrecer, Jantipa se lamentaba ante su marido:
Sócrates intentó tranquilizarla diciéndole:
-No te preocupes, mujer. Si nuestros invitados son frugales tendrán suficiente comida y si son tragones nada bastará para saciarles.
Créditos de las imágenes: Facilísimo
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
Una de las reflexiones que podemos hacernos es de si sirve de algo la Filosofía…
Una vez más llegamos al mes de diciembre, tan cargado de contenido psicológico porque nos…
A veces, cuando uno profundiza en la Historia, parece como si hubiese un gran director…
Un día, un hombre analfabeto se acercó al Mulá Nasrudín con una carta que había…
El simbolismo de la llave es doble por su papel de apertura y de cierre.…