La gente de la sociedad Maya construyó grandes ciudades, templos suntuosos y pirámides elevadas. En su esplendor, alrededor del año 900 D.C., la población se estimaba en unas 200 personas por km. cuadrado en las áreas rurales, y más de 800 personas por km. cuadrado en las ciudades (comparable al moderno Condado de Los Ángeles).
Por mucho tiempo, la caída de los Mayas ha sido uno de los grandes misterios del mundo antiguo. Es, sin embargo, algo más que una curiosidad histórica. A la vista de las ruinas Mayas, en la región de Petén, en Guatemala, cerca de la frontera con México, la población se está incrementando de nuevo, y está talando la selva tropical para convertirla en tierra de cultivo.
Estudiando qué fue lo que los Mayas hicieron bien y qué hicieron mal, tal vez podamos ayudar a los habitantes locales a encontrar formas eficientes de cultivar la tierra, sin llegar a los excesos que condenaron a los Mayas” dice Tom Sever del Centro Marshall de Vuelos Espaciales (MSFC).
Sever, el único arqueólogo de la NASA, ha estado utilizando satélites para analizar las ruinas Mayas. Al combinar esa información con descubrimientos convencionales arqueológicos de las excavaciones, Sever y otros han logrado descifrar gran parte de lo que realmente ocurrió:
Por el polen atrapado en antiguas capas de sedimento del lago, los científicos se han enterado de que hace aproximadamente 1200 años, justo antes de la caída de la civilización, el polen de los árboles desapareció casi por completo y fue reemplazado por polen de maleza. En otras palabras, la región se encontraba deforestada casi en su totalidad.
Sin los árboles, la erosión habría empeorado, llevándose la capa de suelo fértil. La cambiante superficie habría aumentado la temperatura de la región hasta en 6 grados, de acuerdo con simulaciones por computador efectuadas por el científico del clima Bob Oglesby de la NASA, colega de Sever en el MSFC.
Esas temperaturas más cálidas habrían secado la tierra, haciéndola aún menos propicia para cultivos.
El incremento en las temperaturas también habría desestabilizado los patrones de precipitación pluvial, dice Oglesby. Durante la temporada seca en el Petén, el agua escasea, y el agua subterránea está demasiado profunda (+150 metros) como para perforar pozos. Morir de sed es una amenaza real. Para sobrevivir, los Mayas debieron recurrir a agua de lluvia almacenada en estanques, de tal manera que una alteración en las lluvias habría tenido consecuencias fatales.
Usando técnicas clásicas de arqueología, los investigadores han descubierto que los huesos humanos de las últimas décadas, anteriores al colapso de la civilización, muestran signos de una desnutrición severa.
“Los arqueólogos solían debatir acerca de si el derrumbe de los Mayas se debió a sequía, guerra o enfermedad, o a un número de otras posibilidades tales como la inestabilidad política”, comenta Sever. “Ahora creemos que todos estos factores estuvieron implicados, pero eran solamente los síntomas. La causa principal fue una escasez crónica de alimento y agua, debido a cierta combinación de la sequía natural y la deforestación ocasionada por los seres humanos”.
Créditos de las imágenes: Pxhere
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Me parece un comentario muy sensato y sesudo. Esta bien fundamentado.