Sí, efectivamente, pero músico de las almas.
¡Sócrates, haz música y aplícate a ello! Y yo, en mi vida pasada, creía que el sueño me exhortaba y animaba a lo que precisamente yo hacía, como los que animan a los corredores, y a mí también el sueño me animaba a eso que yo practicaba, hacer música, en la convicción de que la filosofía era la más alta música.
La filosofía, el cuidado del alma no es sino música, diálogo silencioso que engendra la melodía.
Créditos de las imágenes: Alex Bakharev
El hielo es agua congelada que, en sentido general nos transmite –de manera casi obvia–…
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
La generación Z, que ha crecido con los videojuegos y los teléfonos móviles, ha ganado…
El compromiso que he asumido en esta ocasión es el de intentar hablar sobre nuestro…
Existen dos grandes focos de altas culturas donde podemos percibir simbolismos, si bien estos existen…
Una vez preguntaron a Aristóteles: —¿Nunca has mentido tú? El filósofo respondió: —Sabiendo que mentía,…