—Una noche soñé que era una mariposa que revoloteaba despreocupadamente de aquí para allá. De repente, me desperté asombrado de ser yo mismo y haber vivido durante el sueño como si de verdad fuera una mariposa. Desde entonces ya no sé si soy un hombre que ha soñado ser una mariposa o si soy una mariposa soñando ser un hombre.
Créditos de las imágenes: Adece033090
«Cuando somos capaces de conocernos a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos sobre nuestro destino»…
Es curioso y reconfortante comprobar cómo, a pesar de pequeñas diferencias superficiales, todas las creencias…
Voy a dejar de lado, muy respetuosamente, las definiciones platónicas de individuo, sociedad y estado…
Cierto día, el filósofo Demócrito, al no saber cómo consolar al Gran Darío por la…
El hielo es agua congelada que, en sentido general nos transmite –de manera casi obvia–…
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…