El más conocido filósofo de la escuela Cínica, Diógenes, llevó una vida muy austera rechazando todas las comodidades y posesiones innecesarias en nuestras vidas. Se decía de él que vivía en la calle sin siquiera ropa que le cubriera.
Observando cierta vez a un niño que bebía con las manos, arrojó el cuenco que llevaba en la alforja, por innecesario, diciendo: «Un niño me superó en sencillez.»
Asimismo se deshizo de su escudilla cuando vio que otro niño, al que se le había roto el plato, recogía sus lentejas en la cavidad de un pedazo de pan.
Créditos de las imágenes: Madani book store
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