Zilu, discípulo de Confucio, le preguntó en una ocasión: “Cuándo debo poner en práctica las cosas que he aprendido?” Confucio respondió: “Todavía te estoy enseñando. ¿Por qué esta impaciencia de poner algo en práctica? Espera el momento adecuado”.
Al momento siguiente, otro discípulo, Gongchi, preguntó: “¿Cuándo debo poner en práctica las cosas que he aprendido?”
“Inmediatamente”, respondió Confucio.
“Maestro, no actuáis con justicia”, se quejó Zilu. “Gongchi sabe tanto como yo, y no le prohibís actuar”.
“Un buen padre conoce la esencia de sus hijos –dijo Confucio–. Frena a aquel que es demasiado osado y empuja al que no sabe andar con sus propias piernas”.
Créditos de las imágenes: Denise Bossarte
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