Anaxágoras de Clazomene fue uno de los primeros filósofos en suponer la existencia de un espíritu racional (el Nous) responsable de haber ordenado el universo a partir del caos originario. Por eso, Aristóteles le otorgaba un rango especial entre los filósofos presocráticos, llegando a decir que parecía un hombre sobrio en medio de borrachos.
Fue maestro de Eurípides, Arquelao, Pericles y, posiblemente, también de Sócrates.
Pero un día fue acusado de impiedad y condenado por los tribunales atenienses. Anaxágoras huyó entonces a Lampsaco, donde fundó otra escuela de filosofía. Como alguien se lamentara ante él de que los atenienses lo hubieran condenado a muerte, Anaxágoras replicó:
-También a ellos la Naturaleza los tiene sentenciados a la misma condena.
Créditos de las imágenes: Singinglemon
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