Cierto día, fue a conocerlo Alejandro Magno, que lo admiraba, y lo encontró meditando al sol.
“Soy Alejandro Magno”, le dijo, “y estaré encantado de facilitarte cualquier cosa que desees”.
“Estupendo”, respondió el filósofo, “si quieres hacer algo por mí, entonces apártate, que me tapas el sol”.
Créditos de las imágenes: Singinglemon
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
Voy a usar algunas claves conceptuales de mi libro “Mitos, ritos y símbolos. En general,…
En muchas oportunidades se ha dicho y escrito que estamos viviendo en la “Era Tecnológica”,…
Primeramente, vamos a ver qué significa básicamente la palabra alquimia y la palabra psicología. Sobre…
El filósofo alemán Arthur Schopenhauer fue un gran admirador del poeta J. W. Goethe, y…
Existe la vieja creencia de que ningún copo de nieve es igual a otro. Esta…