Para el que está enamorado
no existe musulmán, judío ni cristiano.
Para el que está enamorado,
no existe la fe ni la incredulidad.
Para el que está enamorado,
no existe mente, corazón ni alma.
¿Por qué escuchar a quienes piensan de otro modo?
Si no están enamorados,
no tienen ojos para poder ver.
Créditos de las imágenes: Bellavista1957
Es curioso y reconfortante comprobar cómo, a pesar de pequeñas diferencias superficiales, todas las creencias…
Voy a dejar de lado, muy respetuosamente, las definiciones platónicas de individuo, sociedad y estado…
Cierto día, el filósofo Demócrito, al no saber cómo consolar al Gran Darío por la…
El hielo es agua congelada que, en sentido general nos transmite –de manera casi obvia–…
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
La generación Z, que ha crecido con los videojuegos y los teléfonos móviles, ha ganado…