Para el que está enamorado
no existe musulmán, judío ni cristiano.
Para el que está enamorado,
no existe la fe ni la incredulidad.
Para el que está enamorado,
no existe mente, corazón ni alma.
¿Por qué escuchar a quienes piensan de otro modo?
Si no están enamorados,
no tienen ojos para poder ver.
Créditos de las imágenes: Bellavista1957
Una vez, un renombrado filósofo y moralista viajaba por la aldea de Nasrudin cuando le…
El simbolismo de la isla es complejo y encierra distintos significados. Según C. G. Jung,…
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
¿Es posible recuperar al ser humano hacia una vida más virtuosa y propiamente humana? Para…
El movimiento es una de las grandes Leyes de la Naturaleza. Sin embargo, y por…
En el idioma en que escribo se les llama OVNIS –objetos voladores no identificados–, en…