CONTIGO
Espíritu que no hallas tu camino,
que hender quieres el cielo cristalino
y no sabes qué rumbo
has de seguir, y vas de tumbo en tumbo,
llevado por la fuerza del destino.
¡Detente! Pliega el ala voladora:
¡buscas la luz, y en ti llevas la aurora!
Recorres un abismo y otro abismo
para encontrar al Dios que te enamora,
¡y a ese Dios tú lo llevas en ti mismo!
¡Y el agitado corazón latiendo,
en cada golpe te lo está diciendo,
y un misterioso instinto,
de tu alma en el oscuro laberinto,
te lo va noche a noche repitiendo!
…¡Más tú sigues buscando lo que tienes!
Dios, en ti, de tus ansias es testigo;
y, mientras pesaroso vas y vienes,
como el duende del cuento, Él va contigo.
Amado Nervo
Créditos de las imágenes: Carmelo Photography
«Cuando somos capaces de conocernos a nosotros mismos, rara vez nos equivocamos sobre nuestro destino»…
Es curioso y reconfortante comprobar cómo, a pesar de pequeñas diferencias superficiales, todas las creencias…
Voy a dejar de lado, muy respetuosamente, las definiciones platónicas de individuo, sociedad y estado…
Cierto día, el filósofo Demócrito, al no saber cómo consolar al Gran Darío por la…
El hielo es agua congelada que, en sentido general nos transmite –de manera casi obvia–…
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
Ver comentarios
Hermoso poema.