Se cuenta esta anécdota, quizás apócrifa, en la que participan los representantes de las escuelas cínica y cirenaica, para mostrar los distintos puntos de vista de ambas.
En una ocasión, Diógenes de Sinope se encontraba lavando unas hierbas, y dijo a Aristipo: “Si hubieras aprendido a prepararte esta comida, no mendigarías en los palacios de los tiranos”.
A lo que Aristipo respondió: “Y si tú supieras tratar con los hombres, no estarías lavando hierbas”.
Para Aristipo es mejor ser mendigo que ignorante, pues aquel está falto de dinero, pero este último, de humanidad.
Acceso a revistas digitales de descarga gratuita, promocionadas por la Organización Nueva Acrópolis en Costa…
Aunque comúnmente se identifica el movimiento renacentista con una recuperación de los valores de la…
Sin desmerecer la buena voluntad de todos los que, de un modo u otro, intentan…
- “¡Profe, he visto al Diablo!” Así me grita, con el terror marcado en el…
En las biografías de Sócrates se comenta que Xantipa, su mujer, tenía mal carácter y…
El ojo es símbolo tanto de ver como del origen de la luz que permite…